Resumen con spoilers de: Rain Man (1988) de Barry Levinson
Duración: | 133 min. |
Dirección: | Barry Levinson |
Guion: | Ronald Bass, Barry Morrow (Historia de Barry Morrow) |
Fotografía: | John Seale |
Música: | Hans Zimmer |
Reparto: | Dustin Hoffman (Raymond Babbitt), Tom Cruise (Charlie Babbitt), Valeria Golino (Susanna), Jerry Molen (Dr. Bruner), Jack Murdock (John Mooney), Michael D. Roberts (Vern), Ralph Seymour (Lenny), Lucinda Jenney (Iris), Bonnie Hunt (Sally Dibbs). |
Rain Man es una película que narra la historia de un joven llamado Charles Babbitt, interpretado por Tom Cruise, quien se dedica a vender coches importados y lleva una vida bastante superficial y materialista. Todo cambia cuando recibe la noticia de la muerte de su padre, un hombre con un pasado complicado, y descubre que le ha dejado una herencia pequeña, pero lo más sorprendente es que también le revela la existencia de un hermano mayor llamado Raymond, interpretado por Dustin Hoffman, quien vive en una institución psiquiátrica y tiene autismo. La revelación genera en Charles una mezcla de sorpresa, indiferencia y una creciente curiosidad por conocer a Raymond, a quien nunca había visto ni sabido que existía, lo que marca el inicio de un viaje lleno de emociones y descubrimientos.
Mientras tanto, Raymond es un hombre con habilidades cognitivas excepcionales, especialmente en matemáticas, pero con dificultades para comunicarse y entender las emociones sociales. La relación entre ambos hermanos es inicialmente tensa y distante, marcada por la ignorancia y los prejuicios de Charles, quien solo ve en Raymond una carga o una pieza de su herencia. Sin embargo, tras la muerte de su padre, Charles decide secuestrar a Raymond para llevárselo a Los Ángeles, con la intención de aprovecharse de la herencia y pagar sus deudas, sin imaginar que ese acto desatará una serie de eventos que cambiarán su vida para siempre.
El inicio del viaje y los conflictos
Charles convence a Raymond de abandonar la hospitalización y emprenden un largo viaje en coche desde Cincinnati hacia California, en un intento de esconderlo de las autoridades y del administrador de la herencia, quien busca devolver a Raymond a la institución. Durante el trayecto, Charles enfrenta las obsesiones y rutinas estrictas de Raymond, que incluyen manías como contar objetos o repetir frases, lo que genera momentos de tensión y frustración. Sin embargo, también comienza a notar las habilidades sorprendentes de Raymond, especialmente en matemáticas, lo que despierta en Charles una curiosidad que va más allá de su interés económico.

A medida que avanzan en su viaje, los conflictos entre ambos hermanos se intensifican. Raymond, con su carácter rígido, no entiende las intenciones de Charles y se aferra a sus rutinas, mientras que Charles, en su afán por controlar la situación, se muestra cada vez más impaciente y frustrado. En un momento, Raymond se niega a abandonar su rutina en un casino, donde demuestra una habilidad extraordinaria para contar cartas y ganar dinero, lo que provoca que Charles vea en esa habilidad una oportunidad para solucionar sus problemas económicos. Sin embargo, también empieza a comprender que Raymond no es solo un problema, sino un ser humano con necesidades y sentimientos que debe respetar.
Momentos de revelación y crecimiento
Durante el viaje, Charles comienza a experimentar un cambio en su percepción hacia Raymond. En un momento clave, Raymond se niega a abandonar un ascensor y se aferra a una fuente en un parque, mostrando su resistencia a los cambios y su necesidad de seguridad. Entonces, Charles, que en un principio solo buscaba aprovecharse de la situación, empieza a sentir una verdadera empatía por su hermano, entendiendo que su autismo no es una limitación, sino una forma diferente de experimentar el mundo. La relación entre ambos se profundiza cuando Raymond, en un acto de confianza, comparte con Charles su habilidad para hacer cálculos mentales complejos, lo que sorprende y conmueve a su hermano menor.
Por otro lado, Charles también enfrenta conflictos internos relacionados con su pasado y su relación con su padre, quien siempre había sido distante y preferido a Raymond. La convivencia en el coche y las situaciones extremas que enfrentan juntos hacen que Charles vea a Raymond con otros ojos, reconociendo su vulnerabilidad y su inocencia. En un momento, Raymond revela que recuerda detalles de su infancia y que siente una profunda conexión con su hermano, aunque no pueda expresarlo con palabras. La tensión emocional crece, y Charles empieza a cuestionar sus motivos iniciales, dándose cuenta de que su verdadera herencia no es el dinero, sino el vínculo que está empezando a formar con Raymond.
La traición y el sacrificio
A medida que avanzan, Charles se enfrenta a la realidad de que no puede mantener a Raymond secuestrado por mucho tiempo sin que las autoridades lo descubran. Entonces, decide devolverlo a la institución, aunque esto le cause un profundo dolor y una sensación de traición hacia su hermano. Sin embargo, Raymond, que ha desarrollado un vínculo de confianza con Charles, se resiste a volver a la institución y escapa en varias ocasiones, mostrando su carácter independiente y su necesidad de libertad. La tensión alcanza su punto máximo cuando Charles, en un acto de desesperación, intenta convencer a Raymond de que regrese, pero Raymond, con su carácter firme, se niega y se aleja, dejando a Charles con sentimientos encontrados.
En un momento crucial, Raymond desaparece y Charles, desesperado, lo busca por toda la ciudad. Finalmente, lo encuentra en un parque, donde Raymond está sentado en una fuente, repitiendo frases y mostrando signos de ansiedad. Charles, en ese instante, comprende que su hermano necesita un entorno que entienda y respete sus límites, y decide dejarlo en la institución en la que Raymond se siente seguro, aceptando que no puede cambiar su naturaleza ni forzar una relación diferente. La película muestra así un acto de aceptación y respeto hacia las necesidades de Raymond, dejando atrás la idea de que el dinero o la posesión son lo más importante.
La aceptación y el respeto mutuo
El momento en que Charles decide dejar a Raymond en la institución marca un cambio profundo en su carácter. En ese acto, reconoce que su hermano con autismo no es solo un problema o una carga, sino un ser humano con derechos y sentimientos que deben ser respetados. La película termina con Charles visitando a Raymond en la institución, donde ambos se miran con cariño y comprensión, sin necesidad de palabras. Raymond, en su forma sencilla, muestra una sonrisa que simboliza la aceptación y la paz que ha encontrado en su entorno, mientras Charles se despide con una sensación de alivio y madurez.
El vínculo entre los hermanos, que empezó marcado por la indiferencia y el interés material, se transforma en una relación basada en la empatía y el respeto. La historia concluye con la idea de que, aunque Raymond no pueda vivir en un entorno convencional, su felicidad y bienestar son lo más importante para Charles, quien ahora entiende que el amor fraternal no siempre significa posesión, sino aceptación y apoyo incondicional. La película cierra con una escena emotiva en la que Charles se despide de Raymond, dejando atrás sus prejuicios y aprendiendo a valorar las diferencias que los hacen únicos.